¿Por qué el Vaticano no puede entrar en la Cueva de Hércules?


A lo largo de la Historia, La Mesa de Salomón ha tenido un comportamiento que recuerda en mucho al Arca de la Alianza: grandes tragedias acontecen cada vez que alguien ha pretendido acceder al recinto secreto de la Cueva de Hércules sin el consentimiento divino.

Después de la Incursión en la Cueva de Hércules en el año 711 d.C. el Rey godo Rodrigo, arrepentido, mandó sepultar la Entrada de aquella estancia sagrada cuya violación significó su propia ruina y la ruina de toda España. El castigo de una feroz invasión de más 7 siglos por parte de los musulmanes no se hizo esperar.

En 1546, el Cardenal Juan Martínez Silíceo, después de haber organizado una Expedición secreta a la Cueva de Hércules, en la que murieron todos sus hombres, arrepentido de su insensata iniciativa, ordenó tapiar la entrada que conducía hasta el refugio sagrado del Rey Salomón.

Y así sucesivamente, ocurrió lo mismo vez tras vez. En tiempos de la Guerra Civil Española, dos muchachas toledanas se internaron por una galería subterránea hacia la Cueva de Hércules. La aventura acabó en drama; una tromba de agua las barrió hacia el caudal del Río Tajo; una pereció ahogada, y la otra sobrevivió para contarlo.

Es como si la sala de Salomón estuviera domotizada y tuviera un programa inteligente, capaz de rechazar todas las intrusiones ajenas. Comprobarlo puede costar la vida.

A la tarde, los bebotes juegan en la Plaza de la Catedral de Toledo. ¡Tan cerca y tan lejos!... La Cueva de Hércules está justo debajo de la Catedral, pero el Vaticano no encuentra la manera para poder entrar... Todos los accesos están bloqueados de una manera sobrenatural.

Una de las incursiones más extrañas sucedió en el año 1851. Unos jóvenes impetuosos y aventureros, aficionados a la Historia y la Arqueología, tras encontrar una misteriosa oquedad en el barrio de San Ginés, se propusieron explorar la profunda galería, que según las leyendas, podía conducir a la Cueva de Hércules.

Pero de repente, como a mitad de trayecto, el túnel apareció bloqueado, tapado, por piedra y roca, de gran magnitud, y que imposibilitaba del todo proseguir con la entusiasta aventura. El grupo de aquellos valientes amigos retrocedió hacia la entrada, salvando así sus vidas.

¿De dónde salió aquella peña viva que se apelmazó por todas partes en mitad del túnel?... ¿Quién la colocó allí si los hombres de Rodrigo y de Silíceo no se encontraron con tal obstáculo?... ¿Y cómo alguien pudo mover esas moles gigantescas de roca en medio de un angosto túnel?...

En tiempos actuales, desde que las autoridades se Toledo se hicieron con la Entrada de la Cueva de Hércules, situada en el Callejón de San Ginés nº 3, se organizaron una serie de expediciones secretas en la que estuvieron involucrados el Ayuntamiento de Toledo, el Gobierno Regional de Castilla La Mancha, el Gobierno central de Madrid, el CNI, la Archidiócesis de Toledo y el Vaticano.

Nadie ha declarado nada acerca de las expediciones secretas a la Cueva de Hércules desde el Callejón de San Ginés. Mutismo total y secreto absoluto. Top Secret. Materia Reservada.

Sin embargo todas estas expediciones recientes han fracasado estrepitosamente. Si los jóvenes estudiantes de la expedición de 1851 relataron que se habían encontrado con la viva peña en mitad del túnel, es de suponer que esa mole pétrea sigue allí, cumpliendo su papel y obstaculizando el paso. ¡Menudo chasco que se llevaron el Gobierno y el Vaticano!...

Entrada a la Cripta de la Catedral de Toledo. La Cripta está a solo unos metros encima de la Cueva de Hércules, y sin embargo el Vaticano no puede pasar de una sala a la otra. No dejan que las visitas ni los turistas entren a la Cripta; han puesto unas cortinas que tapan todo. Ni siquiera dejan hacer fotografías dentro de la Catedral, y menos en la Cripta.

Las autoridades religiosas y políticas, que militan al mismo tiempo en las negras logias satanistas, definitivamente no pueden acceder a la Cueva de Hércules. Todos los pasos están bloqueados. Han intentado entrar por la Cripta subterránea de la Catedral de Toledo, ¡¡Y nada, imposible!!... Han intentado entrar por un lateral, ¡¡Tampoco!!, por el otro lateral, ¡¡Tampoco!! y por abajo, ¡¡menos aún!!...

Bueno, en realidad, Ellos, los del Vaticano, no entran en la Cueva de Hércules; es decir, no se atreven a entrar; tienen pánico. Saben que entrar en ese recinto sagrado significa su muerte inmediata, por profanación. Por eso envían siempre a unos mandados, a que hagan las expediciones, que también suelen salir fatal del trance, si es que salen.

Aparte de las trampas y obstáculos que bloquean el paso subterráneo hacia la Cueva de Hércules, ¡¡Hay Robots!!.., hechos con un material indestructible, similar al de los ovnis estrellados de Roswell; unos robots que patrullan los túneles de Toledo desde hace 3000 años. Una historia toda ella que parece increíble, pero que es verdadera, y de la que han hablado sus testigos...

Por eso las dos muchachas aventureras que penetraron hasta la Cueva de Hércules en tiempos de la Guerra Civil, testimoniaron que al llegar a aquella Magnífica Sala ¡¡¡Se encontraron con unos Extraños Seres!!!....

Así que, como las entes del Poder no pueden acceder en secreto a la Cámara de Salomón, en donde se halla, nada más y nada menos que la Mesa de Salomón, entre otras cosas, pues entonces lo único que han hecho ha sido poner espejos, puertas acorazadas, alarmas, detectores, y cámaras de vigilancia en el Museo de la Cueva de Hércules que hay en San Ginés, para que nadie entre.

Sin embargo, los Profetas de Toledo, del siglo XVI, autores de los "Cronicones de Toledo" vaticinaron que se entrará por tercera y última vez en la Cueva de Hércules, y ello provocará consternación mundial: el principio del fín del sistema satánico sobre la Tierra. Pero, lógicamente, expediciones comisionadas por organizaciones satánicas tienen prohibido el paso.

Si estas entes oscuras y ocultistas que dominan todos los estamentos de poder, encontraran y se hicieran con el tesoro de la Cueva de Hércules, a la humanidad le esperarían otros 6.000 años más de gobiernos corruptos, oscuros y de terror, y la perpetuación del sistema satánico sobre la Tierra. Pero las huestes del Mal jamás podrán apoderarse de la Mesa de Salomón, ni del Arca de la Alianza, ya que ambas tienen una protección sobrenatural no humana.


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