Han montado un Israel satánico

Pintura en la Corte Suprema de Justicia de Israel. Rothschild con Shimon Pérez e Isaac Rabin.

Desde los entornos fundamentalistas cristianos, católicos, protestantes, etc.., de Estados Unidos, siempre se ha visto con mucha simpatía y solidaridad a la nación de Israel, por su vinculación con el legado histórico y espiritual de la religión judeo-cristiana. Y otro tanto se puede decir del Reino Unido.

En el mundo anglosajón, no existe la misma afinidad, a nivel general, con la religión musulmana. Además hay que añadir que el idioma inglés es un idioma fundamental en el Israel actual.

De igual manera, todo el mundo de la cristiandad oficial, en Occidente, siente a Israel como a su patria madre espiritual, por su relación bíblica.

Sin embargo, el Israel actual no es un Israel bíblico sino un Israel Sionista satánico, fundado por las familias de banqueros Rotchschild, Rockefeller, y por las grandes sociedades secretas y ocultistas, cuyo epicentro podemos situar en Londres, y concretamente en la pequeña ciudad-vaticano Illuminati de Londres, conocida como "The Square Mile" y su Templo de la Corona.

Es sorprendente el parecido físico entre Edmond Rothschild y el Arquitecto de Matrix.

Hace 2000 años Jesus se encontró en un Israel con instituciones corrompidas y gobernado espiritualmente por un Sanedrín judío que era como la Sinagoga de Satanás. El Sanedrín Judío era el Vaticano religioso de la época en Israel, el Consejo supremo de los judíos, en el que se trataban y decidían los asuntos de estado y de religión. De hecho, fueron los religiosos judíos, los que asesinaron a Jesús. Nunca le ha interesado al Poder que venga alguien diciendo la verdad de las cosas.

De todas formas el escudo de la Estrella de David y el diseño de la bandera del actual Israel son inventos modernos; esa estrella nunca fué del Rey David; se trata de símbolos satanistas que no tienen nada que ver con el Rey hebreo David ni con el Israel Bíblico antiguo. Nunca en la vida se usaron ese símbolo ni esa bandera en la Historia de Israel.

El Sionismo no es solo un movimiento político que pretende el dominio judío sobre el mundo, así sin más, sino que el Sionismo es un movimiento conspirador Illuminati-Satanista que conspira para conseguir un Único Gobierno Mundial, cuya capital sea Jerusalén, desde cuyo Tercer Templo reine y gobierne el Falso Mesías o Anticristo, que es el enviado de Satanás. 

Por lo tanto, efectivamente, como se suele decir, no tiene nada que ver ser sionista con ser una persona de origen hebreo o haber nacido en Israel, de la misma manera que no tiene nada que ver ser cristiano con ser un sionista satánico del Falso Mesías. Los hebreos como pueblo son la primera víctima de los Sionistas, porque los sufren en su propia carne.

¡Pero Ojo y mucho cuidado con maldecir para siempre a Israel y hacer la guerra para siempre contra Israel!!... ya que hay gente que odia a Israel, ya sea el bíblico, el satánico, o cualquiera que éste sea. Porque en el fondo, bajo las instituciones satánicas que vertebran el moderno Israel, sigue viviendo la esencia del mismo pueblo del Israel Bíblico, y un día este Israel bíblico verdadero reverdecerá de nuevo.

En los capítulos 36 y 37 del libro del profeta Ezequiel, así como en otras partes de las Sagradas Escrituras, se habla de la Restauración de Israel; esto quiere decir que en el final de los Tiempos, no solo el pueblo hebreo volvería a su tierra, como ocurrió en 1948, sino que además habrá un Restablecimiento de la relación especial de Israel con YHWH.

Los hebreos abandonarán, por fín, su falsa religión mesiánica y aceptarán a Jesucristo como el hijo verdadero de YHWH. Pues de otra manera, no podría haber tal restablecimiento pleno.

Durante el tiempo de la Gran Tribulación y Reinado Mundial del Falso Mesías desde Jerusalén, el Pueblo Restablecido de Israel será conducido a un refugio subterráneo en el desierto y allí será protegido. Apocalipsis cap 12 vers 6 y 16.

Pero las estructuras institucionales y de poder del Israel satánico y su Nuevo Orden Mundial Satánico durarán hasta la Llegada Segunda de Jesucristo a la Tierra, momento en el cual serán destruídas para siempre.